El cristinismo y el kicillofismo acordaron el 15 de marzo para definir la conducción del PJ
Hubo entendimiento para la designación de apoderados y la fecha de elecciones.
El acuerdo terminó de cerrarse entrada la tarde, cerca de las cinco. La fecha consensuada, el 15 de marzo, quedó ubicada en un punto de equilibrio entre la postura del Movimiento Derecho al Futuro (MDF) —el espacio que conduce Axel Kicillof— y el sector que responde al kirchnerismo. Además, ese día se ubica apenas 48 horas antes del vencimiento de los mandatos de los congresales y de las autoridades partidarias en los 135 distritos bonaerenses.
De los intendentes, estuvieron presentes en Malvinas Argentinas, el anfitrión Leo Nardini; de Merlo, Gustavo Menéndez; de Moreno, Mariel Fernández; de Lomas de Zamora, Federico Otermín; de Quilmes, Mayra Mendoza.
Uno de los puntos más sensibles de la negociación fue la composición de la Junta Electoral del PJ. Allí se definió ampliar la nómina de apoderados: a los cuatro actuales se les sumarán dos representantes alineados con el gobernador, lo que le permitirá al kicillofismo contar con la mitad de las firmas. Se trata de Ana Laura Ramos, subsecretaria de Transparencia Institucional del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos —referenciada políticamente en el intendente platense Julio Alak—, y de María Sol Barreiro, subsecretaria legal y técnica de la Secretaría General que encabeza Agustina Vila.
La importancia de estas designaciones no es menor. La Junta Electoral es el organismo que fija las reglas del juego: valida listas, oficializa candidaturas y puede impugnar fórmulas. Aunque el objetivo compartido es llegar a marzo con una lista única, en todos los sectores admiten que es necesario estar preparados ante un eventual escenario de competencia interna.
También hubo definiciones sobre el padrón partidario y las afiliaciones. El sector cercano a Kicillof impulsó la apertura del padrón y, tras evaluar los límites legales, se acordó avanzar con un pedido ante la Justicia Electoral para habilitar la oficialización de fichas de afiliación ya presentadas en los PJ distritales. Ese proceso tendrá un tope: las nuevas incorporaciones no podrán superar el 5% del total del padrón.
Kicillof y Máximo Kirchner: una unidad forzada
A pesar del clima de tensión que atraviesa al peronismo bonaerense, tanto el espacio del gobernador como el que lidera Máximo Kirchner hicieron movimientos para evitar una ruptura mayor. La prioridad común es esquivar una interna partidaria. En ese sentido, durante el viernes se registraron avances concretos.
Las últimas 48 horas estuvieron marcadas por una sucesión de encuentros. El jueves mantuvieron una extensa reunión el intendente Julio Alak, el ministro de Desarrollo de la Comunidad Andrés Larroque, el titular de Infraestructura Gabriel Katopodis, el diputado Mariano Cascallares, el presidente de la Cámara baja Alejandro Dichiara y el intendente de Lomas de Zamora, Federico Otermín.
Según coinciden distintas fuentes, el intercambio fue correcto y con voluntad de entendimiento, aunque sin definiciones finales. La negociación continuó contrarreloj: el objetivo era evitar que el conflicto estallara durante la reunión del Consejo partidario.
Ituzaingó, antesala del cierre
Antes de trasladarse a Malvinas Argentinas, el MDF mantuvo un encuentro en Ituzaingó. Allí participaron también dirigentes que no integran formalmente ese espacio pero que mantienen diferencias con el kirchnerismo, entre ellos el exintendente de Hurlingham Juan Zabaleta, una figura que no estaba en el tablero pejotista.
